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jueves, 15 de noviembre de 2012

Ropa Vieja

Si, que nadie se asuste con el nombre, que aunque la crisis en España se agrava y Rajoy nos tiene cada día peor, no vamos a terminar comiéndonos la ropa antigua que tenemos en el armario. Se trata de una comida canaria que es muy popular y muy rica. Permite distintas variaciones como la ropa vieja de pulpo o el pollo, sin embargo voy a dar la original o la que mi madre me enseñó a hacer.
La denominación del plato o como mi querido profesor Sarmiento decía "la etimología", indica claramente su origen. Se trata de aprovechar las sobras de otro plato canario, el puchero, o cocido del día anterior. La ropa vieja pueda ser un plato único pero en Canarias se sirve como tapa en los bares.

Ingredientes:
1/2 kilo Garbanzos,
 1 kilo de papas (patatas),
1/2 kilo carne (res o cochino),
1 chorizo,
2 tomates,
1 cebolla,
1 pimiento,
4 dientes de ajo,
3 granos de pimienta negra,
laurel,
2 hebras de azafrán,
1 ramillete de perejil,
1/2 vaso de vino blanco
10 gramos de sal.

Elaboración
Emplearemos medio kilo de carne de res o de cochino (particularmente a mi me gusta ambas en el mismo guiso y añadir también pollo), medio kilo de garbanzos que habremos puesto la noche anterior de remojo (en agua y un poco de bicarbonato para que estén más tiernas). Ponemos a guisar, en agua abundante, la carne y los garbanzos, con una gota de aceite y un puñadito de sal. cuando ya están tiernos, sacamos la carne y la desmenuzamos bien. En una sartén hacemos una fritura con una cebolla grande muy picada y cuatro dientes de ajos, cortados en láminas. Cuando tomen color y aroma, le agregamos un par de tomatitos pelados y seguimos friendo y escachando con la espumadera. Después, incorporamos a la fritura un pimiento verde en cuadraditos y un par de rueditas de chorizo y lo dejamos un rato más, mientras, en un mortero, machacamos dos o tres granos de pimienta negra, dos hijos de azafrán, una punta de cuchillo de pimentón, un toque de perejil y sal. Esto se echa también a la sartén y se revuelve bien. Entonces, le ponemos un chorrito de vino blanco y la misma cantidad o un poco más de agua. Se deja hervir un rato, hasta que se forme una salsa (que no sea mucha porque el plato no es caldoso sino seco) y que huela de bien, luego, se vierten, en ella, los garbanzos y la carne para que se hagan allí otro poquito más. Mientras, tendremos fritas unas papas, en tacos de un par de centímetros, que juntaremos en el último momento con el resto de ingredientes.

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